Con gritos de Viva Santo Domingo de Guzmán, en una misa, se realizó la tradicional bajada de la diminuta imagen de su altar mayor, con lo que da inicio la fiesta religiosa y tradicional de Managua, inmediatamente al bajar del altar, el santo fue bailado por los clérigos y cargadores al son de los filarmónicos y la alegría de los creyentes y promesantes.

No podemos olvidar la devoción a Santo Domingo y a nuestra virgen María, fueron las palabras del Cardenal Leopoldo Brenes, para luego orar por las fiestas, de las que pidió a los feligreses, asumirlas con devoción y bajo el amparo de la virgen María, llamando a los creyentes a pedirle la intercesión al santo para que suba las peticiones a Dios.

Como es normal la iglesia en que mora el santo en las Sierritas de Managua, estaba totalmente abarrotada por fieles y promesantes con sus acostumbrados atuendos alusivos a estas fiestas, “de generación en generación vivimos este momento y tenemos que seguirlo promoviendo, porque es como un mandato del señor. Yo siempre digo que el día de mañana no sé cuántos participarán en la peregrinación 50 mil, 60 mil y estando ustedes, digo es demasiado ser vago para ir en esa peregrinación, es demasiado ser vago para caminar 10 horas, pero no nosotros con Santo Domingo de Guzmán caminamos juntos, no somos vagos, somos hombres y mujeres de fe”, aseguró el Cardenal, refiriéndose a quienes participan en el acto religioso todos los años.

Luego de ser bajada la imagen fue colocado en su peaña para ser vestido con flores, y esperar el recorrido a su iglesia en los antiguos escombros de Managua en el sector del colegio Loyola, recorrido que iniciará desde las primeras horas del primero de agosto.

Al arzobispo llamo a evangelizar la peregrinación, algo que ha solicitado en otros años a los medios de comunicación, “evangelizar la peregrinación”, concentrándose en los promesantes y no es los borrachos de siempre.

Periodista: Héctor Calero