Mucho se ha hablado sobre la, en teoría, opinión no demasiado favorable de Xavi Hernández sobre el fichaje de Joao Félix, un futbolista que en principio no era una de las prioridades ni del staff técnico ni de la dirección deportiva capitaneada por Deco. El caso es que esa visión del técnico azulgrana es clara y diáfana desde el principio, pero ha sufrido matices por culpa de las circunstancias.

Es evidente que, como ya explicamos, Joao Félix no era de entrada un jugador prioritario en la planificación de plantilla que hizo Xavi para la próxima temporada. De hecho, ya había un overbooking de delanteros y más que incorporarlos lo que quizá se antojaba necesario en junio era reducir la nómina de puntas para evitar que varios de ellos cayesen en la frustración y el hastío durante la temporada.

Más si cabe teniendo consolidado Xavi el sistema táctico en que un cuarto centrocampista se ubica de falso extremo y se mete hacia dentro para dejar carril libre en la izquierda para las portentosas subidas de Balde

Además, el equipo tenía otras necesidades en materia de fichajes como un pivote debido a la marcha de Sergio Busquets, y un interior de nivel para generar más juego interior, como quería el entrenador azulgrana.

Tres agujeros en el fuselaje

El problema es que donde había muchos jugadores, la línea delantera, se han producido bajas de peso. La más potente, por inesperada y por la confianza que le tenía Xavi, la de Dembélé. Después ha llegado la de Ansu Abde también pidió irse al técnico.

En menos de un menos, tres bajas arriba de peso. En ese contexto sí que Xavi necesitaba ya a un delantero y Joao Félix siempre estuvo ahí porque se posicionó a favor del Barça públicamente en una entrevista con Fabrizio Romano y porque su agente, Jorge Mendes, le prometió a Joan Laporta que lo podía sacar del Atlético en condiciones muy favorables, si el Barça lo necesitaba.

En ese contexto, tratándose de una oportunidad de mercado por la situación insostenible que el portugués vive en el Atlético de Madrid, Xavi se abrió a su llegada.

De hecho, el técnico de Terrassa nunca ha dicho que no quisiera a Joao Félix, sino que no lo necesitaba en su planificación de la plantilla. Hoy, con dos delanteros fuera con los que contaba el entrenador azulgrana, que pueden ser tres si se va Abde, la cosa cambia. 

Fuente: Mundo deportivo