En la última década, los casos de lepra han aumentado drásticamente en el sureste de Estados Unidos, en concreto en el estado de Florida, según un nuevo informe publicado por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).

La lepra, enfermedad milenaria descrita hasta en la literatura de civilizaciones antiguas y calificada como una de las más peligrosas en Europa durante la Edad Media, ha sido poco frecuente en el país norteamericano en los tiempos modernos, aunque, desde principios de la pasada década, la cifra de casos se ha más que duplicado en estados del sureste.

«Según el Programa Nacional de la Enfermedad de Hansen, 159 nuevos casos fueron reportados en Estados Unidos en 2020; Florida estuvo entre los principales estados informantes», reza el estudio. «Florida Central, en particular, representó el 81 % de los casos reportados en Florida y casi una quinta parte de los casos reportados a nivel nacional», precisan los investigadores.

El hecho de que el centro de Florida haya registrado un número desproporcionado de casos alimenta la teoría de que el estado podría ser un lugar endémico de la enfermedad. En otras palabras, los científicos suponen que la lepra tiene una presencia constante en la población de la región, en vez de aparecer en forma de brotes puntuales.

Según explica la OMS, la lepra, oficialmente llamada enfermedad de Hansen, es una enfermedad infecciosa crónica causada por un tipo de bacteria denominada ‘Mycobacterium leprae’ que afecta los nervios periféricos, la mucosa del tracto respiratorio superior y los ojos, causando hinchazón bajo la piel.

La lepra es curable y el tratamiento en las primeras fases puede evitar la discapacidad. Sin embargo, si no se trata, la lesión nerviosa puede provocar invalidez de manos y pies, parálisis y ceguera. Junto con la deformidad física, las personas afectadas por la lepra también se enfrentan a la estigmatización y la discriminación.

Fuente: RT en Español