Convertirse en padre cambió por completo la vida del rapero Wiz Khalifa. Además de conseguir que madurara y se volviera más responsable de la noche a la mañana, también le obligó a hacer cosas a nivel puramente práctico en las que antes ni pensaba, en especial después de separarse de Amber Rose, la madre del pequeño.

El músico de 36 años ha cambiado, pero hasta cierto punto. Él sigue fumando marihuana a diario y no modera su consumo ni siquiera para causar buena impresión en las reuniones de padres y profesores en el colegio de Sebastian, su hijo de 10 años.

«Y sí, voy fumado, y lo hago porque quiero que conecten con mi verdadero yo. No van a recibir una versión falsa de mí o ese prototipo padre que la sociedad te hace creer que se supone que tienes que ser», ha explicado en el podcast «Call Her Daddy».

El intérprete de «Black and Yellow» nunca cambiaría su forma de ser para encajar en un ambiente concreto, y no lo dice sólo porque ahora tenga un estatus de celebridad que garantice que se le abran casi todas las puertas.

«¿Por qué tendría que cambiar quién soy o actuar como si no lo fuera sólo para estos lugares a los que voy a ir? Así no es como voy a vivir mi vida nunca. Por supuesto que no».

Wiz también sabe que los tiempos han cambiado y que nadie le acusará de ser un peligro para Sebastian porque fume mientras está a su cargo.

«No es como antes, cuando te consideraban un mal padre si fumabas hierba. Estoy seguro de que mi hijo huele a hierba. No lo sé porque yo ya no puedo olerla, pero estoy bastante seguro de que huele a hierba».

Fuente: Yahoo Noticias