Nicaragua se encuentra libre de influenza aviar, esto gracias a los protocolos de bioseguridad, lo que permite tener un control y vigilancia en las granjas avicolas, así como en los traspatio y zonas de humedales, donde llegan las aves migratorias.

El país cuenta con 338 puntos de vigilancia en zonas de riesgo, que son los humedales, lagos, lagunas, ríos donde llegan aves migratorias enfermas.

Debido a la relevancia de este tema de realizó un taller sobre la importancia de la vigilancia de la influenza aviar, donde participaron expertos y veterinarios de Chile, un país que ya pasó por esta situación.

El director del IPSA, Ricardo Somarriba dijo que actualmente están protegidos los aeropuertos, puertos y fronteras marítimas cuarentenarias, así como el resguardo de las granjas de pollo con todas las medidas internacionales, para que no vaya haber un problema que provoque u desabastecimiento de huevo y carne de pollo.

Por su parte, Alfredo Vélez, representante de la empresa avícola Cargill, expresó que tanto el huevo como la carne de pollo es parte del patrimonio alimenticio, ya que es el más buscado debido a su bajo precio y su alto nivel nutritivo.

«Cargill esta tomando desde hace mucho tiempo las medidas de bioseguridad en nuestras granjas, que son de estricto cumplimiento en los traspatio de las granjas, tal como lo establece la ley», sostuvo Vélez.

Otra medida es la importación de pollos en países que no presentan esta enfermedad en las aves. «En Estados Unidos se reportó influenza aviar en 37 estados y se tuvo que matar 56 millones de gallinas«, dijo Somarriba.

En los estados libres de esta enfermedad se compran huevos y pollos de un día, pero cada hora se le realizan pruebas y se reportan algo sospechoso, esos animales no pueden ingresar a Nicaragua.

Periodista: Tania Sirias