El fenómeno climático El Niño, cuyas condiciones se desarrollaron hace un mes en el Pacífico tropical por primera vez en siete años, puede agudizar los problemas de acceso al agua o tierras agrícolas, estima la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su nuevo informe, publicado este viernes.

«Las anomalías meteorológicas relacionadas con El Niño, como las prolongadas sequías o inundaciones, pueden exacerbar las tensiones existentes en torno a los recursos como el agua o tierras agrícolas», advirtió la institución, recordando que los conflictos por recursos naturales se generan principalmente por una combinación de factores sociales, económicos y políticos.

Según el documento, los conflictos pueden agravarse aún más por el impacto negativo de El Niño en las poblaciones afectadas. Los desplazados internos y los refugiados se verían «especialmente vulnerables» a las posibles consecuencias del fenómeno como la malnutrición, enfermedades infecciosas y el acceso limitado a los servicios sanitarios.

La OMS calcula que es «altamente probable» que El Niño supondrá amplias implicaciones para la salud a nivel global, y en los próximos meses las amenazas sanitarias más graves podrían surgir por la malnutrición debido a la inseguridad alimentaria existente, agravada por los efectos del evento climático.

La última vez que se desarrollaron las condiciones de El Niño fue en 2016, declarado el año más caluroso jamás registrado. La probabilidad de que el fenómeno continúe durante el segundo semestre de 2023, como mínimo, con una intensidad moderada, son del 90%.

En zonas del Cono Sur, el sur de Estados Unidos, el Cuerno de África y Asia central, el evento suele asociarse a un aumento de las precipitaciones. Mientras, en Australia, Indonesia, partes del sur de Asia, Centroamérica y el norte de Sudamérica, el fenómeno puede provocar graves sequías.

Fuente: RT en Español