La cantante Taylor Swift no se lo pensó dos veces a la hora de cancelar el segundo concierto de su “Eras Tour” que tenía programado en la ciudad brasileña de Río de Janeiro, el pasado sábado. Un día antes, el recital de la estrella del pop acabó en tragedia cuando la joven Ana Clara Benevides, de tan sólo 23 años, falleció como consecuencia de dos paradas cardiorrespiratorias: la primera tuvo lugar dentro de estadio olímpico Nilton Santos a raíz del intenso calor, que llegó a alcanzar temperaturas de hasta 60 grados.

La diva publicó una nota manuscrita en su cuenta de Instagram para informar de la suspensión del segundo concierto y subrayó que «la seguridad y el bienestar» de sus «fans, artistas y trabajadores siempre ha de ir por delante». «Tengo muy poca información sobre ella, aparte de que era increíblemente bella y muy, muy joven. No voy a hablar de ello sobre el escenario porque me abruma el dolor cada vez que intento hablar de ello«, escribía sobre Ana Clara.

Swift puso de manifiesto que la muerte de su joven admiradora la había dejado «devastada», pero no entró a valorar la decisión que, supuestamente, había tomado la organización de bloquear numerosas salidas de ventilación para que los fans que se habían quedado sin entrada no pudieran ver lo que acontecía desde la calle. Al parecer, tampoco estaba permitido acceder al recinto con botellas de agua, lo que dificultó la hidratación de aquellos espectadores más alejados de las barras.

Esas condiciones impuestas por la promotora han indignado al padre de la fallecida, Weiny Machado, quien busca respuestas y, sobre todo, justicia para que la muerte de su «única hija» no haya sido en vano. «Quiero saber si de verdad se prohibió que la gente trajera agua y si hubo negligencias en la asistencia médica. He perdido a mi única hija, una chica feliz e inteligente», ha declarado el padre de Ana Clara al diario brasileño Folha de S. Paulo.

La prima de la fallecida, Gabriela Benavides, ha precisado al mismo medio que Ana Clara fue reanimada dentro del estadio tras 40 minutos de maniobras por parte de los paramédicos. Sin embargo, de camino al hospital más cercano, la joven sufrió una segunda parada cardiorrespiratoria, de la que ya no se recuperó.

El calor y la humedad extrema podría haber provocado una tragedia aún mayor, como se desprende de los vídeos que circulan de esa jornada en las redes sociales, en los que aparecen numerosos fans pidiendo agua al personal del estadio e incluso a Taylor Swift visiblemente incómoda mientras interpretaba su tema «Bejeweled».

Fuente: Yahoo Noticias