La Purísima acuática que recorre la mayoría de isletas del departamento de Granada, es una hermosa tradición católica que demuestra el amor y fervor a la santísima Virgen María, y que, según la historia local, en el año de 1721 apareció la imagen flotando en las aguas del gran lago Cocibolca.
«Esta imagen era la patrona Del Castillo de la Inmaculada en Río San Juan… Comenzaron entonces esas hermosas tradiciones en Granada como son las enramadas y las mismas carrozas, porque como apareció justamente una madrugada, la primera enramada que se le hizo en las costas del gran lago y luego por la tarde se llevó en procesión a la ciudad», recordó Pedro Vargas, alcalde de esta cabecera departamental.
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Desde entonces han pasado 301 años, que han sido claves en la consolidación de la tradición mariana en esta ciudad colonial, realizando diferentes actividades para celebrar a la virgen, como los novedosos recorridos en embarcaciones menores, con altares improvisados.
«Para que le demos a nuestro pueblo toda esa alegría y que mantengamos nuestras tradiciones y nuestra cultura, así que ya tenemos nuestra embarcación Gustavo Orozco que está fletado de personas que vienen a celebrar esta tradición mariana«, dijo Francisco Silva, gerente de la Empresa Portuaria Nacional Regional Lacustre de Granada.
«Demostramos, la feligresía del pueblo, como amamos a la Virgen santísima y hoy nosotros con nuestra conchita, en la Purísima acuática celebramos un año más, con fervor Mariano«, sostuvo Indira Morales, líder departamental de Granada.
«Otra cosa hermosa que tiene nuestra Inmaculada Concepción, es que se considera generala de los Ejércitos de Nicaragua, porque en 1854 la imagen recorrió todas las trincheras de defensa ante la última invasión inglesa y la imagen prácticamente se gana ese don», destacó el funcionario municipal.
La imagen de la Inmaculada Concepción de María del Granada, no solamente es agradable por su belleza, sino porque tiene una historia excepcional que provoca devoción y fervor en la población católica.
Periodista: Román Rodríguez