Cobijados bajo la sombra de la imponente iglesia San Jerónimo, inician su travesía talentosos artistas de la cultura, una costumbre que da color a las fiestas más extensas del país.

Todos los cuadros folclóricos aperturan su agenda de baile en los atrios de la iglesia, casa del patrono popular de Masaya, y aunque pareciera cansado, el programa de baile incluye la visita a unos 20 hogares.

Más allá del cansancio, estos ramilletes de artistas están empecinados en continuar una tradición ancestral, cumplir promesas y dinamizar la economía de músicos y artesanos.

Esta plaza recibe bailarines de todas las edades cada fin de semana, algunos exhiben trajes de fantasía, diablitos, negras y nuevos diseños confeccionados por los mismos artistas.

Periodista: Alexander Méndez