El acuerdo de divorcio al que llegaron Kim Kardashian y Kanye West hace tan solo unas semanas, que prometía inaugurar una nueva era de cordialidad entre la estrella televisiva y el polémico rapero, no ha conseguido, ni mucho menos, suavizar la actitud y conducta del artista en la esfera pública.
Sus salidas de tono, unidas a las deudas que arrastra con la hacienda californiana, han consolidado el carácter tóxico del personaje público creado el controvertido músico, quien ya ha perdido numerosos patrocinios y colaboraciones profesionales como la que mantenía con Adidas.
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Sin embargo, su exmujer, con la que comparte la custodia física y legal de sus cuatro retoños –North, Saint, Chicago y Psalm, no está dispuesta a desvincularse por completo de él, ya que entiende que su papel de padre debe primar sobre todas las cosas.
«Kanye siempre será el padre de los niños, y eso es algo que no va a cambiar. Sus hijos le adoran y tiene una relación muy estrecha con él, a pesar de todo lo que está ocurriendo. Kim está haciendo un gran trabajo al preservar ese vínculo y la dinámica familiar que siempre han tenido», ha explicado un informante al portal de noticias E! News.
No obstante, y a tenor de lo que ya habían revelado fuentes de su entorno, parece claro que la celebridad seguirá ejerciendo como la principal referencia familiar de los cuatro niños, quienes residen con ella, y en base a sus reglas, desde que Kim y Kanye confirmaron su separación en febrero de 2021.
Tanto es así, que el hecho de que el rapero se haya comprometido a pasar a su antigua esposa una pensión de manutención, cifrada en 200.000 dólares mensuales y dirigida a cubrir las necesidades de los pequeños, se ha interpretado como una forma de equilibrar la balanza ante la posibilidad de que el artista no vaya a estar tan presente en el día a día de sus hijos como la empresaria.
Fuente: Diario AS