La única forma que tienen los tripulantes del sumergible turístico desaparecido en el Atlántico es que el batiscafo salga a la superficie por sus propios medios, expresó a Sputnik el profesor de la cátedra de Oceanología de la Facultad de Geografía de la Universidad Lomonósov de Moscú, Serguéi Mujamétov.

La organización OceanGate Expeditions confirmó el 20 de junio la desaparición de su batiscafo turístico con cinco personas a bordo, con el que se perdió la comunicación tras 1 hora y 45 minutos aproximadamente después de sumergirse el aparato el 19 de junio con el fin de bajar al lugar donde se encuentran los restos del Titanic. El batiscafo tiene una reserva de aire para cuatro días (96 horas).

«Es irreal llegar rápidamente a esa área y sumergirse en otro batiscafo. Si ellos no emergen por sí mismos, no podrán salvarse (…). Lo más complicado en esta operación es la profundidad de más de 3,5 kilómetros. Creo que a esa profundidad no se puede salvar a nadie, lamentablemente», señaló el científico, agregando que hasta ahora nadie ha logrado realizar una operación de rescate en un abismo de esas características.

La única posibilidad de salvarse sería que el batiscafo consiguiera acercarse a la superficie para ser detectado así por los aviones patrulleros que podrían enviar un barco con módulos de rescate.

Anteriormente, el ex viceministro ruso de Situaciones de Emergencia, Mijaíl Faléev, supuso que el batiscafo probablemente se atascó entre los fragmentos del Titanic y también expuso la versión de un fallo en el sistema de expulsión neumática del balasto.

Según Sky News, en el batiscafo, pilotado por el explorador submarino francés Paul-Henry Nargeolet, se encuentran el multimillonario británico Hamish Harding; el fundador y máximo ejecutivo de OceanGate Expeditions, Stockton Rush, así como el empresario pakistaní Shahzada Dawood junto con su hijo, Suleman.

En búsqueda del Titanic

El Titanic, el mayor barco de lujo de principios del siglo XX, chocó contra un iceberg durante su viaje inaugural de Southampton, Inglaterra, a Nueva York, Estados Unidos, el 15 de abril de 1912, y se hundió en el Atlántico.

El incidente causó la muerte de más de 1.500 pasajeros y tripulantes. Los restos del Titanic se encuentran a aproximadamente 3.800 metros de profundidad y a cerca de 640 kilómetros de la isla canadiense de Terranova.

Fuente: Sputnik