“Aquí tienen a sus hijos para servirle al pueblo de Nicaragua y defender la soberanía, la paz y estabilidad de la patria, con la fuerza, firmeza y convicción que demostraron los héroes y mártires de Nicaragua”, apuntó el presidente Daniel Ortega, quien junto a la vicepresidenta Rosario Murillo, presidió la XXV graduación de oficiales, tenientes y tenientes de corbeta del Centro Superior de Estudios Militares General de División José Dolores Estrada.

En sus palabras, el presidente Ortega recordó la valentía y coraje del General Benjamín Zeledón, a quien fue dedicada la graduación de cadetes, así como los actos intervencionistas de Estados Unidos en nuestro país y el heroísmo y valentía de hombres como Andrés Castro y Zeledón, que junto a la resistencia indígena marcan las raíces del ejército de Nicaragua.

“Nunca hemos hecho daño a Estados Unidos, nunca le henos hecho daño a nadie y a cuenta de qué los yanquis y algunas potencias extranjeras europeas se sienten con el derecho de meterse en nuestros asuntos”.

Recordó también, el cobarde asesinato del General Sandino, orquestado desde Norteamérica, también se refirió Padre Gaspar García Laviana, a quien llamó héroe de la patria de origen español, “quien vino a trabajar por los pobres y campesinos en la zona sur desde Granada hasta los municipios de Rivas”, recordando cuando el periódico novedades tituló “cayó el cura comunista y se va al infierno”, pero el pueblo siguió luchando siguiendo su ejemplo “hasta lograr el triunfo en 1979, cuando entró a la Plaza de la Revolución el pueblo en representación de todos los héroes de nuestro país, enarbolando la bandera azul y blanco”, destacó.

Llamó «gobiernos serviles» sin dignidad a los que reconocieron el golpe de Estado en Bolivia, naciones que junto a Estados Unidos y organismos internacionales como la OEA, apoyaron un golpe de Estado contra Evo Morales, quien garantizó un gran crecimiento económico a su pueblo mientras estuvo al frente de esa nación.

“Queremos buenas relaciones con Estados Unidos, pero con respeto”, aseguró Ortega quien señaló a esa potencia de llamar a su embajada a los que encabezaron el intento de golpe de Estado en 2018, asesinando y quemando, para ofrecerles financiamiento para las elecciones del próximo año, pretendiendo poner un presidente a sus ordenes.

Señaló también, las agresiones a la comunidad afrodescendiente en Estados Unidos, el trato racista de hace algunas décadas y los últimos asesinatos que han ejecutado frente a las cámaras, a la vista del mundo y que han quedado en la impunidad, también se refirió a las controversia por las últimas elecciones, donde no vale el voto popular por lo que ahora el presidente Trump acusa de fraude, “son hipócritas, sinvergüenzas con que autoridad andan reclamando en otros países que tienen que hacer elecciones democráticas”, llamándolos a establecer un verdadero sistema democrático en su país.

De los nuevos oficiales del Ejército, aseguró que son fuerzas formadas para el bien, para servir el pueblo, para darle la mano como lo hicieron este año ante el embate de los huracanes, donde miles de miembros del Ejército llegaron a evacuar las comunidades del Caribe Norte, “para acompañar al pueblo en la defensa del trabajo, en las cuestiones productivas, a los productores de café, la ganadería, contribuyendo en la protección al campesino, para que trabaje en paz y no los roben y no los asesinen”, apuntó asegurando que los nuevos tenientes y tenientes de corbeta son formados con la fuerza y firmeza de nuestros héroes.

Por su parte, el General de Ejército, Julio Cesar Avilés, destacó que en la graduación participaron 79 nuevos oficiales con el rango de teniente, incluyendo un miembro de las fuerzas armadas de Taiwán y uno de Honduras, todos con amplia disciplina y dedicación, quienes dieron lo mejor de sí para prepararse y servir a la patria.

En el acto se entregaron condecoraciones en distinción académica de primera y segunda clase a los oficiales egresados con mejor rendimiento académico, y a los oficiales de intercambio de China-Taiwán y Honduras.

Periodista: Héctor Calero