La mañana del 23 de diciembre, a los 89 años de edad, falleció en Managua Blanca Segovia Sandino Aráuz, hija del más grande de los héroes de Nicaragua el general Augusto C. Sandino y Blanca Estela Aráuz, quien recibió un homenaje póstumo por parte del Gobierno, encabezado por el presidente Daniel Ortega, la vicepresidenta Rosario Murillo, diputados de la Asamblea Nacional, junto a sus familiares y amigos. 

“Todavía escucho su voz”, fueron las primeras palabras del mandatario, quien aseguró que pudo conversar con ella cuando recién ingresaba al hospital para atender su delicado estado de salud “a pesar de la situación, que era realmente delicada, grave, su voz no titubeaba, siempre con esa energía y yo le decía a Blanquita cada vez que conversaba con ella personalmente o hablábamos por teléfono, que escucharla a ella era llenarse de energía, de la energía de nuestro general y de Blanca Aráuz, su madre”, puntualizó.

Ortega dijo también que identificaba a Blanca Segovia Sandino como una mujer con una fortaleza divina, fortalezas que vienen a darle a los seres humanos las capacidades de ir siempre más allá a pesar de los obstáculos y desafíos, además aseguró que sus restos serán sepultados en San Rafael del Norte, municipio de Jinotega, en el centro de la ciudad, justo a la par de la tumba de su madre Blanca Estela Aráuz.

Van a estar en el centro de San Rafael, en el centro del pueblo, donde está el museo, el centro cultural, el centro histórico y allí estarán las dos, una al lado de la otra y desde ese sitio sagrado seguirán inspirando la lucha de nuestro pueblo, dándole fortaleza y energía a nuestro pueblo y dándole a los nicaragüenses el derecho a defender la paz, la estabilidad y la seguridad que es el mayor bien que puede defender”, aseguró en presidente.

En el acto póstumo el presidente de la Asamblea Nacional Gustavo Porras, recordó que el 18 de mayo del 2017 entregó a Blanca Segovia, en su casa, la orden General José Dolores Estrada, Batalla de San Jacinto en Grado de Gran Cruz, la que recibió con firmeza, valentía y amor, sentimiento que transmitía a los suyos, destacando el legado de la hija del general.

«Ese homenaje lo tenemos que rendir hoy y siempre, solo así vamos a poder cumplir con la tarea encomendada por nuestro general Sandino, por nuestra heroína Blanca Aráuz y por nuestra hermana Blanca Segovia Sandino Aráuz, esa tarea encomendada es cumplir lo mejor para Nicaragua en unión y sentido de familia, nacionalidad y carácter nicaragüense”, puntualizó Porras

En representación de la familia, Walter Castillo Sandino, su hijo, entre sollozos dio lectura a un emotivo texto en el que expresó el sentir de los descendientes de Blanca Segovia, “nuestra madre por mérito propio ya había entrado en la historia como la luchadora que fue desde su nacimiento, consiente del rol que le tocaba jugar en esta vida como heredera y guardiana de sus padres, héroe y heroína nacional, pero lo más importante es que supo estar a la altura de lo que de ella se esperaba, honor y gloria a nuestra madre Blanquita Segovia Aráuz, hasta siempre querida madre, descansa en paz, en brazos de la patria agradecida, su misión fue cumplida, Nicaragua entera gritará siempre presente”.

Periodista: Héctor Calero