Por decenas de pobladores de San Rafael del Norte, sus autoridades y personalidades del país, fueron recibidos los restos mortales de Blanca Segovia Sandino Aráuz, a su llegada a esta ciudad de Jinotega, donde se rindió el último homenaje previo a su sepultura.

Su ataúd fue puesto junto al de su mamá, Blanca Estela Aráuz, cuyos restos fueron trasladados hasta la casa museo que tiene su nombre, donde ahora descansará junto a su hija, la que no conoció, pues murió a dar a luz a Blanca Segovia el 2 de junio de 1933, “La flor más linda de San Rafael ahora hace todo un jardín junto a nuestra Blanquita Segovia”, se escuchó el comentario entre la multitud que asistió al entierro, que estuvo presidido por una misa campesina.

El Consejo municipal de San Rafael sesionó en pleno frente a la casa museo, rindiendo un homenaje a Blanca Segovia, quien fue declarada ciudadana ilustre y distinguida, resolución que fue recibida por su hijo Walter Castillo Sandino.

Castillo agradeció la distinción a su madre, también aseguró que sus enseñanzas y compromiso con la patria han quedado arraigadas en la familia, la que se compromete a seguir su ejemplo de trabajar por una Nicaragua en paz, de igual manera, agradeció la presencia de los descendientes del Comandante Carlos Fonseca y generales que combatieron hombro a hombro con el general Sandino.


El canciller Denis Moncada, en nombre del presidente y vicepresidenta de la República, saludó a la familia y recordó momentos importantes en la vida de Blanca Segovia, como su encuentro en Cuba junto al Danto y otros combatientes sandinistas en La Habana, de igual forma, destacó que la casa museo es el mejor lugar para que descansé para la eternidad los restos de Blanca Estela Aráuz y Blanca Segovia Sandino, es el lugar donde nació, donde se encontraban sus padres, donde llegaban los miembros del ejército defensor de la soberanía nacional y donde su mamá Blanca Aráuz luchaba desde su trinchera por Nicaragua.

Periodista: Héctor Calero