El Consejo Supremo Electoral (CSE) de Nicaragua, es otro poder del Estado que se sumó al rechazo injerencista de la Organización de Estados Americanos (OEA), tras el llamado que hicieran diputados de la Asamblea Nacional al Presidente de la República, para que denuncie la carta de la OEA.

El pronunciamiento destaca entre otros aspectos, que de acuerdo al artículo II de la Constitución Política, el poder soberano lo ejerce el Pueblo por medio de sus representantes libremente elegidos por sufragio universal, igual, directo y secreto, sin que ninguna otra persona o reunión de personas pueda arrogarse esta representación.

«En tal sentido -sugiere el escrito-, la persistencia de los ataques de la OEA a nuestros procesos democráticos, son una manifestación de intervencionismo que por mandato constitucional estamos llamados a declarar irrespetuosos e inadmisibles y constituyen intromisión abierta en los asuntos internos de Nicaragua, violentando nuestra Soberanía e independencia, ya que corresponde únicamente a los y las nicaragüenses decidir el destino de nuestro país y no a ninguna institución o gobierno extranjero, como se pretende«, se lee en el pronunciamiento.

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