Al menos 33 personas murieron y más de 328 mil fueron desplazadas debido al paso del Rai en la región central de Filipinas, que provocó destrozos e inundaciones, según informes de la agencia de desastres del país.

La fuerza de los vientos de Rai bajó a 150 kilómetros por hora al avanzar por el archipiélago, dejando a su paso inundaciones en pueblos, árboles arrancados y viviendas de maderas destrozadas en uno de los ciclones más fuertes que hayan golpeado Filipinas en la presente temporada de tormentas.  

La embestida del tifón, conocido como Odette en el país y el decimoquinto en llegar a Filipinas este año, ha pasado por un total de nueve islas donde ha destruido las comunicaciones en algunas áreas y provocado daños en numerosos edificios.

Más de 300 mil personas huyeron de sus casas y hoteles de playa cuando el tifón Rai arremetió contra las regiones del sur y centro del país, donde dejó zonas sin comunicación y derribó postes de electricidad.

Se estima que alrededor de 200 mil personas se refugiaron en centros de evacuación organizados por las autoridades.

Fuente: TeleSUR