El Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) denunció este jueves dos masacres, una ocurrida en Buga, departamento del Valle del Cauca donde asesinaron a tres personas, y otra con igual número de víctimas en Bogotá (capital).

Informes de las autoridades detallan que las víctimas respondían a los nombres de Fernando Leal Martínez de 45 años, Gustavo de 35 años y Beatriz Amanda Giraldo de 57 años. Al mismo tiempo, Indepaz subraya que en el hecho una persona resultó herida, por el momento se desconoce su identidad.

Por su parte, la Defensoría del Pueblo emitió la AT 019/ 21 para los municipios de El Cerrito, Guadalajara de Buga y Palmira en la cual acotó que “la mutación del conflicto armado hacia un conflicto ‘híbrido’, en el que se mezclan grupos residuales, nuevos narcos con un bajo perfil, organizaciones de crímenes organizado administradas bajo una jerarquía y grupos de delincuencia común de alcance local».

En este sentido recalcó además que estos grupos “les ‘venden» sus servicios a los principales actores armados ilegales y del narcotráfico, en acciones que van desde el expendio hasta al menudeo de sustancias psicoactivas, hasta el sicariato y labores de inteligencia”.

Entre los grupos que actúan en la zona, Indepaz reconoce a la Compañía Adán Izquierdo del Comando Coordinador de Occidente, bandas de carácter local y tránsito de Ejército de Liberación nacional (ELN) en zonas rurales. De igual manera se constata la presencia de la Tercera División del Ejército de Colombia. 

En relación a la segunda masacre registrada en Bogotá durante este jueves, se puntualiza que las tres personas fueron encontradas al interior de una carreta en bolsas plásticas en el barrio de El Amparo, situado en la localidad de Kennedy.

Las personas presentan signos de tortura y aún se desconoce su identidad, reconoció Indepaz, quien agregó que la Defensoría del Pueblo alerta sobre la situación en la capital, aludiendo a la conformación de una red criminal en la ciudad para ejecutar diferentes actividades.

Entre las diligencias se señalan las prácticas de sicariato, producción, distribución y comercialización de estupefacciones, compraventa ilegal de tierra o inmueble, préstamos de usura, imposición de tributos ilegales, cambio de ‘seguridad’, extorsión a comerciantes y hurto a personas como mecanismo de auto sostenimiento de las estructuras criminales que “suelen estar vinculadas con estructuras de Medellín y Cali”.

Fuente: TeleSur