Ante una nueva oleada de casos relacionados con la variante Ómicron del coronavirus en China registrados en las últimas semanas, cerca de 17 millones de personas de la ciudad de Shenzhen, cercana a Hong Kong, fueron confinados para reducir la incidencia de contagios.

Bajo una estricta política de cero contagios de la Covid-19, autoridades chinas se han visto obligadas a aplicar medidas de restricción de movimientos en ciudades que han presentado nuevos casos sin control.

En ese sentido las autoridades chinas ordenaron este viernes confinar la ciudad de Changchun, de nueve millones de habitantes, en el noreste del país.

Los habitantes de esta ciudad tendrán que permanecer en sus casas y solo una persona por hogar podrá salir del domicilio una vez cada dos días por razones de peso, indicó la alcaldía de Changchun, que prevé someter a pruebas de detección a la Covid-19 a toda la población.

A partir del lunes, todo el transporte en toda la ciudad y todos los complejos residenciales permanecerán cerrados, informa el diario estatal internacional chino Global Times.

Fuente: TeleSUR