La estrella de la música falleció a los 83 años y «en paz» tras lidiar con una grave enfermedad, como se desprende del comunicado que emitió su representante. La artista de origen estadounidense, pero de nacionalidad suiza, cuyo verdadero nombre era Anna Mae Bullock, llevaba retirada de la vida pública desde 2009, disfrutando de una situación de relativo «anonimato» en su mansión de Küsnacht cerca de Zúrich junto a su último marido, el productor alemán Erwin Bach.

Sus entrevistas también fueron contadas, aunque la última de ellas es muy reciente, del pasado mes de abril. En conversación con el diario The Guardian, la diva dejó muy claro cómo le gustaría ser recordada tras su fallecimiento.

«Como la Reina del Rock and Roll. Y como una mujer que enseñó a otras mujeres que está bien trabajar por el éxito en tus propios términos«, aseguraba en referencia a su exitosa reconversión como solista en 1984, tras sufrir durante décadas el maltrato físico y psicológico de su exmarido Ike Turner, con quien formó dúo en los 60 y 70.

Nada hacía presagiar, sin embargo, que su final estuviera tan cerca. De hecho, en su charla la artista presumía de haber cumplido todos sus objetivos, sobre todo en su relación tan particular con el estrellato. «No me asusta hacerme mayor. Esta es la aventura de la vida y acepto cada día con lo que trae. Quise fama y la conseguí, y ahora disfruto del anonimato en mi retiro», explicaba con vehemencia.

Fuente: Yahoo Noticias