La actriz Sofía Vergara lleva varias semanas recorriendo el mundo para promocionar la miniserie «Griselda», su nuevo proyecto para Netflix, pero eso no ha sido impedimento para que se ocupe de otros asuntos igualmente urgentes. De hecho, esta semana la intérprete colombiana ha vuelto a poner a la venta la lujosa mansión de Beverly Hills (California) que en su día compartió con el también actor Joe Manganiello, del que se separó el pasado mes de julio y con el que ahora está en trámites de divorcio.

Parece que la que fuera estrella de «Modern Family», está deseando deshacerse de la propiedad, ya que ha aplicado una notable rebaja a su anterior precio. En 2022, cuando Vergara ofreció por primera vez el exclusivo inmueble, provisto de siete dormitorios, pedía una suma de 19,6 millones de dólares. Tras retirar el anuncio a principios de enero, ahora lo ha republicado con un nuevo importe: 13.950.000 dólares, de lo que se desprende una reducción de 5,7 millones respecto de su valor previo.

Las imágenes que acompañan a la oferta, publicada en la agencia inmobiliaria Sotheby’s International Realty, no dejan lugar a dudas sobre el amplio espacio que la expareja tenía a su disposición. O sobre la combinación de tradición y modernidad que marca la decoración de sus estancias, en las que también destacan techos ornamentados con relieves y suelos de madera dura. Con una superficie total de 1022 metros cuadrados, el antiguo matrimonio pudo acomodar sin problemas una barra de bar, un gimnasio, una sala de cine y una bodega, sin olvidar la piscina y el jacuzzi ubicados en uno de sus vastos jardines exteriores.

El regreso de la mansión al mercado inmobiliario se produce sólo unos días después de que Sofía Vergara se expresara sin tapujos sobre los motivos que propiciaron el fin de su historia de amor con Manganiello, siete años después de su boda. «Mi matrimonio se rompió porque mi marido era más joven, quería tener hijos y yo no quería ser una mamá vieja. Siento que no era justo para el bebé», contaba al diario El País sobre esas «diferencias irreconciliables» que ambos alegaron ante el juez.

En su comentado paso por «El Hormiguero», la actriz bromeó con la posibilidad de que acabe enamorándose de un torero. «No sé qué quiero ahora… ¿Un torero?», dijo entre risas. Ya en un tono más serio, la oriunda de Barranquilla, de 52 años, expuso algunos requisitos indispensables para sus hipotéticos pretendientes. «Tiene que ser cincuentón como yo, debe tener hijos y tiene que ser un buen mozo, pero tampoco tiene que ser una cosa divina», revelaba sobre la importancia relativa que le otorga al físico.

Fuente: Yahoo Noticias