Meghan Markle rompió el silencio sobre el dolor que ella y el príncipe Harry sufrieron tras perder a su segundo bebé el pasado mes de julio, en un ensayo que escribió para el New York Times, reveló que sufrió un aborto espontáneo en el verano.

La pareja quería darle un hermanito a su primogénito Archie, quien ya tiene 15 meses de vida, pero Meghan perdió su segundo embarazo cuando daba un pequeño paseo en su casa de Santa Bárbara, California.

Muchas mujeres pierden sus embarazos, pero pocas parejas hablan sobre el dolor de perder un hijo, puesto que el tema sigue siendo tabú y muchos sienten vergüenza. Meghan y Harry aseguran que compartir su historia con familiares y ahora con el resto del mundo los está ayudando a sanar.

Periodista: Samantha Molina