La actriz Drew Barrymore ha explicado, desde la sinceridad más absoluta, el motivo por el que nunca haya optado por la cirugía estética para tratar de sortear los efectos del paso del tiempo. Aunque no ha obviado el típico argumento sobre la necesidad de asumir el envejecimiento y vivir con naturalidad, la estrella de cine ha revelado que, en el plano más personal, le aterra la perspectiva de que le resulte imposible escapar de ese mundo una vez dentro.

La intérprete teme hacer un uso descontrolado de esos procedimientos y perder la noción de sí misma. Tampoco ha ocultado que su naturaleza adictiva, la misma que la llevó a ingresar en rehabilitación con tan sólo 13 años, podría hacerle un flaco favor a la hora de recurrir a estas técnicas con sensatez y mesura. «No me he hecho nada y trataré de mantenerme así todo el tiempo que pueda», ha sentenciado en conversación con la revista People.

Barrymore, de 48 años, no pretende «juzgar» a las mujeres que gustan de hacerse ciertos retoques, sino subrayar la preocupación que la invade ante sus tendencias obsesivas. «Tengo una personalidad altamente adictiva, así que me preocupa no poder parar, hacerme una cosa y luego otra y otra. Me asusta, porque conozco la forma en que lidio con las cosas. Así que esperaré todo lo posible antes de hacer alteraciones», ha insistido.

La ahora presentadora, madre de las pequeñas Olive (8) y Frankie (6) junto a su exmarido Will Kopelman, ha aprovechado la ocasión para alertar de la preocupación excesiva que muchas personas tienen respecto de su apariencia física, en contraposición con su relativo desinterés en llevar una vida saludable. «Parece que la gente sólo se centra en la salud cuando está en peligro. Y si tienes salud, pues ya puedes centrarte en otras cosas, incluida la belleza. La salud es lo más importante de todo», ha reivindicado.

Fuente: Yahoo Noticias