A la edad de 13 años, Humberto Hernández aprendió el oficio de confeccionar gorras, para él, este trabajo es una pasión y más porque lo conoció a través de su papá y que le ha permitido sostener económicamente a su familia.
«Con mi papá comenzamos de cero. Él me ponía a hacer tiras y después me fue gustando el arte y me sentaba en la máquina para armar las gorras. Yo le debo este oficio a mi papá», relató Hernández, recordando las anécdotas con su padre.
Recuerda a su papá como un hombre muy trabajador, su jornada laboral iniciaba a las 6 de la mañana y culminaba hasta la media noche terminando sus productos, mismos que trascendieron fronteras.
«Incluso, una vez mi papá le hizo las gorras a la Selección de Béisbol que fueron a representar al país hasta Taiwán y ahí estaban las gorras de mi padre, entonces todas esa cosas a mí me motivaron, me inspiraron hasta llegar aquí«, recordó.
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Inspiración lo llevó a crear Confecciones Jacob, desde hace 6 años vende sus gorras en el parque nacional de ferias donde ha crecido su negocio.
«Mi éxito se lo atribuyo a dos cosas: una al amor y el empeño con el que yo hago mis gorras y dos por todo lo que el Parque nos ha compartido, la plataforma, el lugar, logística, clientes, campañas; todo eso repercute en el éxito», manifestó.
En el Parque de Ferias lo puede encontrar en la terraza número 3 los fines de semana, o en su casa de los semáforos del Centro de Salud San Judas, 1C abajo 1/2 al sur.
Periodista: Nerys Bonilla