Llegado el primero de julio, expiró su contrato con el Barcelona sin que se hiciera oficial su renovación. Además, veinte años (exactamente 7 mil 504 días) después de que firmase en una servilleta de papel su primera relación con el club azulgrana.

«Estamos haciendo todos los esfuerzos que podemos para que se quede… Hay que encajarlo en el ‘fair play’ financiero y aunque me gustaría decir que Leo se queda, en estos momentos no puedo porque estamos en el proceso de encontrar la mejor solución», advirtió Joan Laporta.

En el Camp Nou se mantiene el optimismo, proclamando que la mejor noticia es que el propio Leo quiere continuar de azulgrana y que la sintonía entre las dos partes, a pesar de que no se haya concretado el acuerdo, es muy buena. «Leo quiere seguir en el Barça», sentenció Laporta en un intento de calmar cualquier síntoma de preocupación en el entorno.

El Barcelona, por su parte, no puede utilizar la imagen de Messi, por ejemplo, en la publicidad de sus nuevas camisetas ni tampoco firmar contratos con patrocinadores utilizando su figura, una circunstancia que confía en solucionar con la máxima urgencia, conocedor del impacto que tiene el astro argentino en todas las negociaciones con empresas que quieran asociarse con el club azulgrana.

Pero hay otra opción, que nadie quiere imaginar pero está en el escenario: Si Leo se lesionase durante la Copa América sin haber firmado contrato, estaría sin cobertura médica del Barcelona que, por otra parte, no recibiría ningún tipo de compensación desde la FIFA por sus días de baja.

Fuente: ESPN en Español