El Barcelona dijo adiós a la Copa en San Mamés, eliminado por el Athletic en un partido enorme y que decidió en la prórroga Muniain de penalti, muy protestado por los jugadores azulgranas por el brazo de Jordi Alba, después de que en el último suspiro Pedri evitase la derrota que ya celebraban los leones, tocados, pero no hundidos en su ánimo después de abrazar su pase tras el 2-1 de Íñigo Martínez y que acabaron encontrando el premio en ese tiempo suplementario.

Fue, al final, una noche de pesadilla, otra, para el conjunto azulgrana, lastimado en el ánimo por ese penalti que le condenó después de sobrevivir al límite y que sufrió las lesiones de Ansu y Pedri, que no salen de una para entrar en otra y dejan, otra vez, muy disminuido a un equipo tocado en el ánimo y que en una semana ha dejado escapar Supercopa y Copa del Rey… después del batacazo en la Champions y ya solamente luchando por entrar en puestos de Champions. Hoy la Europa League es secundaria. Y la depresión enorme.

Mal de inicio, horrible, el Barça apenas nunca tuvo el juego controlado. Lo hizo durante varios minutos en la segunda mitad, pero no pudo nunca hacerse fuerte contra la fortaleza de un Athletic que jugó como si le fuera la vida. Y que acabó encontrando el premio que buscó con desesperación.

El gol, golazo, en frío de Muniain cuando apenas se habían cumplidos dos minutos de partido congeló el ánimo del Barça y catapultó la ambición de un Athletic que prácticamente le atropelló en un comienzo abrasador, encontrando en la banda de Jordi Alba una autopista por la que el joven Nico Williams corría sin cesar desde que inició la jugada del 1-0, retratando al veterano lateral catalán.

Tanto que le costó, y no poco, hacerse ver en el césped ante la presión de unos leones desatados, que ahogaban la salida de balón a Busquets y no dejaban maniobrar con sentido a un equipo que tuvo la fortuna, al llegar los veinte minutos, de dejar un balón en pies de Ferran Torres para que se sacase una rosca tan impensable como magnífica para igualar el marcador… Y devolver cierta calma al equipo de Xavi.

No tuvo, sin embargo, mucho tiempo para reencontrarse ya que sufrió hasta el descanso para mantener la igualada. Un disparo a las nubes de De Marcos y sendas atajadas fenomenales de Ter Stegen a Nico Williams y Raúl García evitaron que el Athletic se marchase con ventaja a la segunda mitad, cuando el partido se abrió. Y se convirtió en una lucha sin cuartel.

Fuente: ESPN DEPORTE