Este 19 de abril se cumplen 69 años del nacimiento de una leyenda, un personaje que, mediante sus grandes actuaciones sobre el cuadrilátero, hizo que Nicaragua estuviera en los reflectores a nivel mundial.

Inmortalizado en el Salón de la Fama en Canastota, Nueva York y honrado en 1999 como el mejor deportista nicaragüense de todos los tiempos, Alexis Argüello Bohórquez marcó su propia historia en el boxeo, con sacrificio, dedicación y humildad llegó a tocar la gloria conquistando tres coronas mundiales.

Desde su debut en noviembre de 1983, el «Flaco Explosivo» a como era llamado sobre el ring, realizó 90 peleas, 16 fueron defensas de título en las que no perdió ninguna y ganó 65 duelos por la vía rápida, además, protagonizó batallas épicas las cuales quedaron registradas en la historia del boxeo.

Argüello dejó su huella en tres categorías diferentes, su primer título fue en peso pluma el 23 de noviembre de 1974, sorprendió al mundo tras superar en una histórica pelea al mexicano Rubén “El Púas” Olivares, noqueando en el décimo tercer asalto.

El 28 de enero de 1978, sube a la división súper pluma para enfrentarse al puertorriqueño Alfredo Escalera en una maratónica batalla, el boricua le resistió trece asaltos hasta que su cuerpo no pudo más ante la embestida del pinolero, quien se coronó por segunda ocasión.

El 20 de junio de 1981, Alexis decide tomar un nuevo reto, conquistar la corona mundial en peso ligero del Consejo Mundial de Boxeo (CMB). Al final el objetivo fue cumplido tras vencer por decisión unánime al boxeador británico, Jim Watt.

Las exigencias para el monarca pinolero eran mayores y no conforme con lo obtenido, decidió subir a las 140 libras para enfrentar al mejor de esa época en su categoría. La primera pelea contra Aaron Pryor fue el 12 de noviembre 1982 en el Orange Bowl de Miami, es considerada una de las mejores de la historia, sumamente pareja, aunque al final el nica fue noqueado en el decimocuarto asalto, luego que el estadounidense tomara misteriosamente un segundo aire en la contienda, naciendo el famoso caso de la ‘botellita’.

Se dice que Pryor ganó gracias a ese líquido de la botella que le hizo beber su entrenador, aunque en la revancha, el 9 de septiembre de 1983 en Las Vegas, Nevada, no hubo ninguna polémica y el campeón súper ligero terminó noqueando una vez más a Argüello, esta vez en el décimo episodio.

Por batallas como esas, El legado de Alexis es imborrable y las anécdotas sobre su persona son muchas, aunque pocos tuvieron la dicha de compartir un vínculo más allá de lo deportivo, con el nombrado por los nicaragüenses como el «Campeón del Pueblo».

Al flaco, cada 19 de abril se le rinden tributos en toda Nicaragua, como agradecimiento a sus logros dentro y fuera de los ensogados, también por marcar un antes y un después en el boxeo pinolero. Gracias a eso, los atletas tienen la oportunidad de celebrar sus éxitos, en una fecha que será recordada por la eternidad.

Periodista: Jordy Sequeira