En el departamento de Jinotega, más de 20 compositores de la zona rural, se reunieron este sábado en la comunidad Saraguasca, para interpretar temas musicales representativos de la zona norte, que son propios de la cultura campesina.

Este encuentro artístico y cultural, realizado en el marco del Primer Festival de Polkas, Mazurcas y Jamaquellos, se organizó en el poblado de montaña Saraguasca y dedicado a los más destacados músicos, que desde las comunidades recónditas de Jinotega, le han dado vida y proyección a éstos géneros de la música regional.

«Un reconocimiento que le estamos haciendo al grupo Los Soñadores de Saraguasca que se fundó desde mil novecientos setenta y dos, entonces en la programación tenemos primero una sesión del Consejo municipal de Jinotega que los declara ciudadanos distinguidos, luego la colocación de la primera piedra donde va a ser construido un monumento que le vamos a construir a ellos aquí», explicó el alcalde de Jinotega Leónidas Centeno.

«Y en homenaje a Ceferino López, el recopilador del tema musical la flor de pino, que después se supo que tenía autor, pero todo esto es un homenaje a la música nicaragüense, al folclor del norte, todo esto es historia», subrayó el periodista cultural Wilmor López.

«Yo recuerdo haberlos escuchado a ellos cuando estaba niño, porque eran trovadores en todas éstas comunidades y creo que nuestro gobierno a través de la alcaldía, hace mérito y reconocimiento importante a estos músicos humildes», sostuvo el director del Teatro Nacional Rubén Darío, Ramón Rodríguez.

En el evento se le entregó una vivienda amueblada al veterano músico Epifanio López, también fundador del grupo Soñadores de Guaraguasca, por ser leyenda viva de la cultura musical del norte de nuestro país.

Los conocedores de la cultura musical nicaragüense, señalan que tanto la Polka, Mazurcas y Jamaquellos, son el resultado de la influencia Alemana durante la inmigración europea, registrada a principios del siglo XX.

«Pero aquí se nicaraguanizó, o sea escuchar una Polka o Mazurca cómo se interpreta en Polonia o Alemania por ejemplo, no es igual a la de aquí, se usa el nombre nada más, pero el ritmo es distinto, es decir que aquí tenemos nuestra propia Mazurca nicaragüense y nuestra propia Polka nicaragüense», afirmó Wilmor López.

«Los campesinos nicaragüenses agarraron esa música y la hicieron parte de su formación y razón de ser, generalmente esta música se viene cultivando entre familia, en todas estas comunidades, tocando instrumentos como la guitarra, el acordeón y la mandolina, que le dan ese toque original», expresó Ramón Rodríguez.

Varios músicos solistas y agrupaciones de esta zona del país, ya se han presentado en el Teatro Nacional Rubén Darío, como estímulo al fomento de la música regional nicaragüense y para compartir los ritmos que también son parte de nuestra identidad nacional.

Periodista: Román Rodríguez