Su voz se escucha en muchos barrios de la capital nicaragüense y aunque no trabaja en radio su popularidad crece entre sus clientes y amigos, nos referimos al negro del patí, y es que así le gusta le llamen, su nombre es Antony Michell originiario de Bluefields, este humilde vendedor llegó a Managua hace 10 años y cree que todo es posible en la vida.

“Tengo clientes que da miedo, tengo clientes como diputados, jueces, como abogados , empresarios, tengo muchas personas que me llaman por encargo y hacen encargos grandes” dijo Michell.

Padre de una niña de 11 años y viudo desde el 2018, Antony asegura que su hija es no sólo el recuerdo de su esposa sino la más grande inspiración para salir a vender el famoso patí, un platillo caribeño cuyo gusto crece cada vez más en la capital del país centroamericano.

“A mi padre doy gracias por aconsejarme y ser muy bueno y humilde con la gente y ser bueno conmigo y gracias por apoyarme» expresó Lesly Michelle hija del vendedor de Patí quien actualmente cursa el quinto grado de primaria.

Antony habita en una humilde vivienda del barrio el recreo de Managua, ahí prepara los patí y da empleo a los vecinos que le ayudan a elaborarlos todas las mañanas, ya que debe salir a vender después del medio día, el momento justo cuando nace el personaje cuyos gritos son muy conocidos en la ciudad.

Tras una década de habitar en Managua, Antony ha vivido una serie de experiencias que asegura le han marcado como persona, una de ellas la discriminación por ser negro algo de lo cual se ríe a carcajadas pues está muy orgulloso de su raza.

“incluso ayer que anduve en el mercado estaba un chavalito (niño) sentado y yo paso y dice hoy moronga (alimento de color negro) a mi me dio risa me regresé y lo saludé y le dije Dios te bendiga pero la moronga es rica con tortilla y ensalada» añadió el caribeño.

El sueño de este costeño es dejar de vender en las calles y poner un restaurante de comida caribeña, algo que asegura está planificando y espera con la bendición de Dios concretarlo pues afirma que su único vicio es el trabajo.

Periodista: Pablo López