La mayoría de los estudios publicados por el tema apuntan a que las mujeres son más propensas a ser quienes terminen un matrimonio. El sociólogo Michael Rosenfeld de la Universidad de Stanford afirma que esto puede deberse a que sienten una mayor sensibilidad a los altos y bajos de una relación, pero que también existe una fuerte relación con la falta de igualdad de género dentro del matrimonio; pueden entrar en una relación donde sean reprimidas, violentadas o simplemente ignoradas, y por eso al salir de ellas, se sienten mucho más felices y en control de sus vidas.
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De acuerdo con otro estudio realizado en la Universidad de Lausana en Suiza, las mujeres que acaban de comenzar el divorcio se sienten más cómodas al tomar decisiones, ya que pedir el divorcio ya representa un cambio significativo en sus vidas, renunciando a diferentes factores. El estudio, replicado por Vix, fue realizado a 10 mil parejas divorciadas, y arrojó que las mujeres suelen mirar la relación en perspectiva de forma negativa, especialmente a su ex pareja, atribuyéndole rasgos negativos, por lo que ellas mismas se sienten mejor al escapar de esa relación.
Como mencionamos, puede ser bastante obvio. El sitio de entretenimiento menciona también que se realizó otro estudio en la Universidad de Kingston, donde se demostró que aquellas que tienen más de 5 años separadas se sienten más cómodas consigo mismas, a pesar del cambio de factores económicos, y sin importar si tienen hijos o no.
Lo interesante de los estudios es cómo –a pesar de que sí existen hombres que piden divorcios– no es tan común como con las mujeres. Puede deberse a una especie de comodidad social, y a que ellos son menos propensos a sufrir violencia psicológica dentro de la relación. Por otra parte, ellos tardan más en recuperarse de una ruptura, de un divorcio y hasta de la muerte de una pareja. Mientras que una mujer puede «superar» la muerte de su pareja, un hombre tardará mucho más.
Fuente: Cultura Colectiva.