«La potencia no solamente es su capacidad destructiva, sino también el lugar donde impacta como es la zona del Caribe, que es una zona que favorece mucho los efectos secundarios que tiene el huracán como por ejemplo: una amplia zona costera muy baja, donde se producen las mareas ciclónicas, efecto que vimos con IOTA; esto provoca que se eleve el nivel del mar y prácticamente significa una retención de todo el sistema de drenaje hidrológico que tiene el país en esa zona», explicó Guillermo González, ministro-director del Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (SINAPRED) durante una entrevista en la cadena de televisión, TeleSUR.

Aunque el fenómeno natural abandonó suelo nicaragüense la tarde del martes, las autoridades nicaragüenses mantienen alerta roja en la zona donde impactó y amarilla en el resto del país.

«Se esta en ese proceso, se sigue manejando la situación de emergencia, se está trabajando arduamente y la recuperación de muchos de estos aspectos del trabajo y estamos ahí pendientes con la población, acompañando; todas las instituciones del estado están volcadas a trabajar directamente en el acompañamiento de las familias que están, no solamente albergadas, sino también aquellas familias que indirectamente han estado bajo los efectos del huracán«, indicó González.

Los ejercicios que realizan las instituciones del estado han sido clave para evitar daños mayores.

«Se actuó de manera muy temprana, desde los barrios, las comunidades con una participación muy activa de las familias, con un acompañamiento muy de cerca involucrando a más de 40 mil compañeros de las instituciones de Gobierno, que acompañaron ese proceso de movilización y ha permitido en la zona del impacto del huracán fue más intensa y en la zona donde el tránsito del huracán fue provocando los daños más directos, prácticamente las familias ya estaban a resguardo, y eso ha permitido un alto nivel de seguridad para las familias«, destacó.

Las autoridades continúan con los trabajos de recuento de los daños provocados por el paso del fenómeno natural.

Periodista: Nerys Bonilla