Representantes de entidades gubernamentales y estudiantes de distintos colegios e institutos, visitaron este viernes la casa Hacienda San Jacinto, para rememorar la épica batalla acontecida hace 165 años.

Quienes visitan este sitio histórico y emblemático reafirman su amor y compromiso con la patria, la dignidad y soberanía nacional, recordando la gesta heroica de la batalla de 1856, cuando se venció militarmente a las tropas filibusteras.

«Esta fecha significa un reconocimiento a toda una lucha histórica por la restitución de derechos, por la justicia social, por la igualdad, por la equidad y sobre todo por el reconocimiento de los valores, de la independencia y la soberanía como pueblo nicaragüense», enfatizó Janina Turcios, procuradora especial de la niñez y adolescencia.

«Por estos héroes que en algún momento defendieron Nicaragua, ofrendando sus vidas para obtener los logros que hemos alcanzado al día de hoy, para obtener los programas que están beneficiando al pueblo nicaragüense, para seguirle dando esa esperanza y estabilidad», destacó Ervin Gutiérrez, procurador auxiliar de la PGR.

«Cómo Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, es importante para nosotros estar acompañando esta gesta histórica de nuestra batalla de San Jacinto, porque es una batalla más, que desde 1856 hemos venido luchando por la libertad de nuestra patria y nuestro país, sin embargo, seguimos luchando por la restitución de derechos de las personas en general en Nicaragua», señaló Sandra López procuradora especial de las personas con discapacidad.

En este museo histórico casa Hacienda San Jacinto, se exponen pinturas, fotografías y otros objetos utilizados por los patriotas nicaragüenses, en la gloriosa batalla del 14 de septiembre de 1856.

Hasta aquí llegan estudiantes de diferentes centros educativos en compañía de sus maestros, para conocer los aspectos más importantes de la historia de lucha por la defensa de la soberanía nacional.

«Nosotros le damos una breve reseña, pero también ellos se informan, buscan, investigan para no venir en cero, sino que ellos auto-estudian y así vienen preparados», explicó la maestra Silvia Cruz de la Escuela Oswaldo Mondragón.

«A mí me sorprendió conocer sobre Andrés Castro y su valentía para hacer eso (lanzar la piedra al filibustero), porque así podemos aprender a amar, valorar y respetar nuestra patria», dijo la pequeña Mirelys Zúniga, estudiante de sexto grado de primaria.

Periodista: Román Rodríguez