Hallazgos científicos del ICM-CSIC confirman el riesgo de que el golfo de Cádiz y Andalucía occidental padezcan tsunamis de hasta seis metros. El reciente conocimiento de las fallas marinas permite predecir que las olas tardarían entre 21 y 35 minutos en asolar la costa, como ya ocurrió en el trágico 1755.

Un rojo intenso en el mapa hace temer lo peor. La imagen de un muro líquido que se viene encima de la ciudad, inundando de pánico a cualquiera, es inevitable. Los tsunamis no son ahora algo lejano en el mapa o en el tiempo histórico. Un nuevo estudio liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) los coloca a tiro de piedra de Andalucía y Marruecos.

La amenaza es más probable de lo que se pensaba, así lo desvela el estudio del CSIC y Instituto de Ciencias del Mar (ICM) de Barcelona. El motivo no es otro que nuevos enfoques en el estudio de las fallas, como la de Averroes (en el Mar de Alborán), que podría ser la responsable de tsunamis costeros.

Los tres tipos de fallas existentes, la más conflictiva es la de desgarre, «y en Cádiz hay muchas y muy largas, ya que la placa Atlántica se subdivide al acercarse a las costas andaluzas en fallas de movimiento inverso. Ahí está el problema«.

Para más inri, ahora, el nuevo análisis del ICM señala que las fallas de salto en dirección, como la de Averroes, que permanece activa en el Mar de Alborán, implicarían «olas gigantes» que desencadenarían el desastre «para las poblaciones costeras, dañar infraestructuras marinas y terrestres, y provocar una crisis económica y medioambiental«, explica el geólogo del ICM Ferran Estrada.

No podemos olvidar que los tsunamis son provocados por movimientos súbitos del fondo marino y la actividad sísmica de las fallas. Pero, hasta ahora, las de salto no eran consideradas influyentes en tsunamis.

Fuente: Mundo Sputnik