Al menos 25 personas murieron y 32 resultaron heridas en Afganistán la semana anterior debido a distintos incidentes de violencia, incluidas explosiones de bombas.

También fue noticia el ataque de un avión no tripulado estadounidense que mató al líder supremo del grupo terrorista Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, según anunció el Presidente Joe Biden, lo cual desencadenó protestas generalizadas en todo este país tras la oración del viernes.

El Gobierno provisional del país centroasiático calificó el ataque de Estados Unidos de contrario a la soberanía nacional, a los principios internacionales y al acuerdo de Doha firmado por Washington con los talibanes.

El viernes, ocho civiles murieron y 18 resultaron heridos al estallar una bomba colocada en un carro de mano en una calle de la ciudad de Kabul.

Asimismo, cuatro presuntos terroristas y dos agentes de la Policía murieron durante una operación de las fuerzas de seguridad en un distrito de Kabul.

Afganistán está en peores condiciones económicas, sociales y sanitarias después de la salida de las tropas de Estados Unidos que invadieron el país en 2001, pues una gran parte de la población padece hambre.

La crítica situación humanitaria está marcada además por una intensa sequía que mermó la producción agrícola y aumentó la carencia de agua. La población afgana enfrenta las sanciones impuestas por Estados Unidos y Occidente, que recortaron miles de millones de dólares en ayuda al desarrollo.

Fuente: Prensa Latina