Un incendio forestal que se desató el miércoles 11 de mayo en California (EE.UU.) se intensificó por fuertes vientos y se expandió hasta alcanzar unas 80 hectáreas, en las que destruyó al menos 20 mansiones de varios millones de dólares en un vecindario de Laguna Niguel, al sur de Los Ángeles.

El avance de las llamas provocó que se realizaran evacuaciones obligatorias en algunos distritos costeros, mientras que en otras zonas fueron optativas. Pese a que no hubo reportes de víctimas, Brian Fennessy, jefe de Bomberos del condado de Orange (OCFA por su sigla en inglés), afirmó que «la amenaza a la vida, la propiedad y la vida de los bomberos es extrema«.

El incendio forestal se expandió rápidamente a medida que atravesaba la espesa maleza en la ladera de una colina, impulsado por las ráfagas de viento que alcanzaron unos 50 kilómetros por hora. Mientras tanto, aviones tiraron retardantes de fuego y varios helicópteros lanzaron agua para sofocar las llamas.

Por su parte, Jeff Christiansen, capitán de la OCFA, confirmó el jueves 12 de mayo que en el barrio Coronado Pointe varias casas fueron alcanzadas por las llamas y no descartó que el fuego vuelva a avivarse y afecte a otras viviendas.

Respecto de las causas del incendio, las autoridades locales anunciaron que aún están bajo investigación.

Fuente: RT en Español