Con el multilateralismo, la integración regional y la lucha contra la pobreza como ejes inalienables, la VIII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) congregará a los líderes de la región en la apuesta por el fortalecimiento del bloque y su inserción a nivel internacional.

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La ciudad de Kingstown, capital de San Vicente y las Granadinas, será el escenario de la estratégica VIII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) el 1 de marzo. Con la mira puesta en el fortalecimiento del diálogo regional, el bloque tendrá como ejes el combate contra la pobreza y la consolidación en el tablero global.

«La cumbre va a ser una instancia fundamental en el siglo del continentalismo«, dijo a Sputnik el sociólogo y analista internacional Sebastián Schulz, quien ponderó que «la discusión consiste en si nos dirigimos hacia un mundo unipolar centrado en Estados Unidos o si vamos hacia un mundo multipolar, lo que abre una oportunidad enorme a Latinoamérica. En ese marco, la reconstitución de la CELAC es una muy buena noticia».

La relevancia de apostar por el bloque responde al escenario internacional en el que este se inscribe. En medio de una coyuntura marcada por la agudización de las pujas entre las potencias, Schulz destacó que «los Estados nacionales de la región ya no tienen el mismo peso para disputar el poder de manera independiente. Este tipo de instancias son las que permiten sentarse en las principales mesas de negociación a nivel global».

De acuerdo a los investigadores consultados, los ejes centrales en torno a los cuales orbitará el encuentro pueden clasificarse en dos órdenes. «Los temas estructurales en agenda son la consolidación de la democracia, la integración financiera y la lucha contra la pobreza: el plan de erradicación del hambre como metas previstas para 2030 siguen siendo primordiales», explicó a Sputnik el analista geopolítico Eduardo Martínez.

En otro plano emergen debates coyunturales relativos a la gobernanza sobre la inteligencia artificial, el crecimiento del narcotráfico y, centralmente, los principales conflictos librados a nivel mundial. Según Martínez, «probablemente veamos mayor énfasis en el posicionamiento ante la guerra entre Israel y Hamás, y quizás también en lo relativo a Rusia y Ucrania. Hasta ahora, parecieran haber sido periféricos en la región».

El peso de la cumbre

La trascendencia del encuentro se refleja en el interés de los principales líderes de los 33 países miembro. Según Schulz, «Lula Da Silva, Gustavo Petro, y Luis Arce, entre otros, están buscando poner de pie una instancia de integración muy importante por su autonomía. Son los principales referentes del bloque por el peso poblacional y económico de sus países, pero también por su búsqueda por revitalizar esta instancia de cooperación internacional».

En el caso de México, el presidente Andrés Manuel López Obrador no será de la partida. Quien acudirá en su lugar es la canciller Alicia Bárcena. La decisión, según dijeron fuentes oficiales a Sputnik, responde estrictamente a «cuestiones de agenda», dado que «estaba definido así desde el principio».

Por supuesto, al interior del continente existen matices: mientras que Uruguay confirmó según pudo recabar Sputnik que su representante será el vicecanciller Nicolás Albertoni en lugar del presidente Luis Lacalle Pou, la presencia del mandatario argentino Javier Milei todavía no fue confirmada, tal como informaron a este medio fuentes de Presidencia.

Consultado al respecto, Martínez consideró que «Milei va a intentar por cualquier medio evitar exponerse a organismos multilaterales» que apuesten a lo regional, pues el mandatario busca un mayor acercamiento con Estados Unidos.

«La proyección internacional de Argentina va a estar muy influida por la Casa Blanca (…). Creo que va a intentar mantener la mayor cercanía posible con los países a los que llama ‘liberales'», explicó el analista.

La unión al sur del Río Bravo

Bajo la idea de que la unión hace a la fuerza, Schulz afirmó que «si Latinoamérica y el Caribe quedan fragmentados, son presa de las potencias en disputa. Pero si puede recuperar las tendencias históricas de interaccionismo, va a tener una fenomenal capacidad de resistir los embates externos en medio de un mundo multipolar».

«Reconstituir la CELAC es darle soberanía a sus países para el desarrollo de capacidades estratégicas en materia de industria, comercio y economía», apuntó el analista.

El timing de la cumbre está signado por lo que sucede en Washington, sumido en una ardua carrera entre Joe Biden y Donald Trump por un nuevo mandato. «Ante el potencial regreso de Trump a la presidencia es urgente el fortalecimiento de la CELAC para ganar peso en estas disputas. La Casa Blanca, a través de la OEA, puede mantener posturas injerencistas«, sostuvo el sociólogo.

Fuente: Sputnik Mundo