Este eclipse podría ser uno de los más vistosos de las últimas décadas.

Solemos pensar en el Sol como una fuente inalterable de luz y energía, un cuerpo incandescente que brilla constantemente en nuestro cielo pero en realidad nuestra estrella tiene su vida propia, sus etapas, sus altibajo. El Sol posee ciclos de actividad que le llevan a intercambiar sus polos magnéticos aproximadamente cada veintidós años. Eso significa que, cada once años, el astro rey alcanza sus puntos más extremos de actividad a los que denominamos Máximo y Mínimo Solar”.

Foto © / LA NASA

Durante el Máximo Solar su actividad es frenética lo que se ve reflejado, por ejemplo, en un aumento del número de manchas solares en su superficie. Cuando observamos una mancha solar lo que estamos viendo es una región de la fotosfera solar más fría que sus alrededores. Una mayor actividad magnética hace que aparezcan con más frecuencia estas regiones oscuras. También aumentan las erupciones solares: la corona solar (la capa exterior de la atmósfera del Sol) es más activa y dinámica, y eso conduce a un mayor número de prominencias, llamaradas solares y eyecciones de masa coronal.

Esta intensa actividad del Sol también tiene su influencia en nuestro planeta. Durante el máximo solar también puede haber un aumento de la radiación solar que llega a la Tierra lo que puede afectar a las telecomunicaciones, los sistemas de navegación por satélite, las redes eléctricas y otros sistemas tecnológicos. Por otro lado, las auroras boreales pueden ser más frecuentes y brillantes.

Y respecto al esperado eclipse solar, que disfrutaremos el próximo 08 de abril, un aumento en la actividad de nuestra estrella también puede hacer que contemplemos uno de los eventos más vistosos y espectaculares de los últimos tiempos.

Nos encontramos en el ciclo solar 25. Los expertos de la NASA y del NOAA ofrecieron una rueda de prensa el 15 de septiembre de 2020 para anunciar que el Mínimo Solar finalizaba y que se iniciaba la nueva fase de actividad solar… un ciclo que parece haberse adelantado y que alcanzará su punto máximo entre enero y octubre de este año 2024.

Esta coincidencia del Máximo Solar con la ocultación solar dotará a este eclipse de abril de algunas particularidades que lo diferencian de otros eclipses. La propia NASA explica que “durante el Mínimo Solar nuestra estrella es más simétrica magnéticamente, lo que provoca que su apariencia sea más simple, sin embargo durante el eclipse de abril, el Sol estará en Máximo Solar, o cerca de alcanzarlo, y su campo magnético se parece más a una bola de pelo enredada. Es más probable que las serpentinas sean visibles y habrá más probabilidades de ver protuberancias, que aparecen como rizos o bucles de color rosa brillante que salen del sol”.

Además, y dado el aumento de actividad solar, si tenemos suerte, “incluso podría existir la posibilidad de ver una eyección de masa coronal (una gran erupción de material solar) durante el eclipse”. Para un espectador esta probabilidad, como nos explica el astrofísico solar Héctor Socas, es remota y de hecho apenas será visible. Durará unos instantes durante el eclipse, pero instrumentos solares especializados, como el Solar Dynamic Observatory (SDO), seguro que conseguirán algunas imágenes espectaculares.

Fuente/ Yahoo Noticias