El motivo de su discusión fue que el rapero quería mudarse junto a toda su familia a un rancho en el estado de Wyoming, pero ella se negó. «Él debería tener una mujer que apoyara todos sus movimientos y viajara con él, pero yo no puedo. Siempre pensé que podría quedarme con mis niños y que mi marido se fuera moviendo de un estado a otro, pero luego me di cuenta de que no, que no había llegado tan lejos para no ser feliz», apuntó Kim a sus hermanas.
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Y es que esa discusión pareció ser el detonante de su relación, pues luego le dijo a sus familiares que «no viviré con eso, peleándonos todo el tiempo como si fuera una constante». El último año había sido de lo más complicado, y ya no podían más: «Quiero ser feliz«.
Solo un mes más tarde, la pareja anunció su divorcio de manera oficial, aunque de momento no han firmado los papeles, teniendo que acordar la custodia de sus cuatro hijos, North, Saint, Chicago y Psalm y el reparto de su fortuna, la cual supera los 2.000 millones de euros y cuatro mansiones.
Fuente: Tikitakas