La princesa del pop se comprometió con Sam Asghari, el pasado mes de septiembre acercándose así un paso más a cumplir uno de los dos grandes sueños, de los que habló el pasado verano durante su testimonio ante el juez que evalúa su tutela legal, para explicar que hasta entonces se le había impedido contraer matrimonio o tener otro hijo.

Si bien es cierto que Britney está deseando casarse y formar una familia con su novio de los últimos cinco años, así como comprar una nueva casa, la pareja no habría empezado a planear aún su enlace porque quiere esperar a descubrir antes si la cantante recuperará el control sobre sus asuntos o si seguirán siendo otras personas quienes tomen casi todas sus decisiones por ella, como ha sucedido desde 2008.

Aún cabe la posibilidad de que el juez que se ocupa del caso decida solicitar una nueva evaluación mental antes de poner punto final a la supervisión forzada a la que ha vivido sometida Britney desde hace 13 años a pesar de que todas las partes involucradas han pedido que se obvie este paso, desde la propia artista a su padre Jamie Spears, que fue hasta poco uno de sus tutores.

Fuente: Yahoo Noticias