Josefa Reyes de 54 años de edad y habitante del Anexo La Villa en el municipio de Tipitapa, es una de las primeras personas con enfermedades crónicas a la que se le aplicó la vacuna voluntaria SPUTNIK V contra el COVID-19, en el hospital Antonio Lenín Fonseca. Si segunda dosis se le solía 21 días después, es decir el 23 de marzo.

A Josefa le detectaron hace seis años infección renal y tiene dos años en hemodiálisis y ante la pandemia siempre redobló sus medidas para prevenir el COVID-19.

“Me siento orgullosa, me siento alegre, porque fui una de las primeras que me puse la vacuna contra el COVID-19. Yo no me esperaba que la vacuna iba llegar primeramente al hospital Lenin Fonseca y fue el primero que vacunaron y que se preocuparon por nosotros, por la salud de nosotros, de los crónicos que estamos en hemodiálisis, los que están diálisis. Nunca nos esperábamos que tuviéramos nosotros ese privilegio de que las vacunas llegara para nosotros para proteger nuestra salud”, explicó Josefa.

Indicó que el proceso de la aplicación voluntaria de la vacuna contra el COVID-19 es sencillo, únicamente estar de acuerdo en ponérsela, firmar un documento de consentimiento, brindar el número de teléfono y presentar la cédula de identidad y 21 días después de ponerse una segunda dosis.

Ahora Josefa y su familia especialmente sus hijos como Suyen Hernández viven más tranquilos.

Agradecieron los esfuerzo de las autoridades de gobierno y del Ministerio de Salud (MINSA), traer la vacuna el país para proteger las personas que padecen enfermedades crónica, con cáncer, cardiopatías e infección renal.

Josefa aseguro que a pesar que le aplicaron la vacuna ella mantiene las medidas higiénico-sanitarias para prevenir el COVID-19, algo que recomienda a todas las personas mantenerlas.

Periodista: Celia Méndez