Hace tres meses nació Low & Slow Nicaragua, un emprendimiento de comida que es preparada con el estilo tradicional americano, carnes cocinadas lentamente al humo y en nuestra capital es un menú que ha gustado a muchos.

Como si fuese una competencia, así nació la idea de este pequeño negocio. Sergio Rodríguez es el propietario junto a su pareja y fue retado por un amigo en la preparación de un plato a la barbacoa y ahora su amigo, es su mejor cliente.

«Es que él me comienza a decir: viene el cumpleaños de mi abuela, haceme un chancho, a que no podes; y así iniciamos. Una vez que se lo entregué, se lo llevó y literalmente me dijo que lo tenía que vender», comenta Sergio.

Desde su inicio no sabían dónde instalar el negocio, aprovecharon la situación de la pandemia y el auge de las redes sociales para comercializarlos y distribuirlo por delivery sin pensar que su producto iba a tener éxito.

«Un lugar ficticio de la mejor barbacoa y comenzamos a vender las hamburguesas y pegaron, en menos de 15 días habíamos vendido 200 hamburguesas; fue una locura. Al principio con mucho escepticismo decíamos: quién va a pagar esta comida, pero lo logramos», argumenta.

Son más de 20 horas en el proceso de cocina de estos productos, la dedicación y el toque único que le dan es la clave para que guste a los clientes.

«El pecho, la regla básica dice que es una hora con 15 minutos de cocción por cada libra; entonces a como el nombre lo dice Low & Slow, es una cocción lenta a fuego bajo, pero el fuego es indirecto».

«Nosotros cocinamos con el humo y eso es lo que le da el sabor. La carne no tiene más nada que sal y pimienta, pareciera increíble; por eso es que la hamburguesa cuando nosotros la sacamos decían que le echábamos otras cosas y ahí nació el nombre de chancho brujo», alega este emprendedor.

La meta es establecerse en otro local para que más personas prueben el sabor de Low & Slow. Actualmente se ubican de donde fue el portón de la Nicalit 1/2 cuadra abajo en Batahola Sur y en sus cuentas de redes sociales.

Periodista: Nerys Bonilla