Integrados en distintas áreas de trabajo se encuentran más de 2 mil privados de libertad en el Sistema Penitenciario Jorge Navarro de Tipitapa, beneficio que les permite la unión familiar y la buena salud.

Bajo vigilancia y en amplios espacios laboran los internos, distribuidos en 5 áreas, de ellas la más novedosa, panadería, donde preparan artesanalmente panes simples y dulces.

«Cuando ingresan al penal vienen sin ningún conocimiento y aquí se les capacita, luego laboran en los distintos productos y una vez que salen a la sociedad, salen con un oficio para apoyar a la comunidad y generar economía en sus hogares», refirió el alcaide Edwin Blandón.

Laboran en horario de 7:30 de la mañana a a 4:30 de la tarde, respetando sus horas de comidas, además reciben remuneración salarial.

Norman Mena es un privado de libertad que aprendió a hacer placas, tiene 8 años  y medio de trabajar y su conocimiento lo comparte con quienes llegan por primera vez al área.

«Trabajar hace que el tiempo se nos vaya rápido, además aprendemos y al salir no hacemos lo mismo malo, sino que vamos a trabajar en lo bueno», expresó.

Aquí encontramos también el área laboral de taller textil y manualidades, donde cortan y costuran la tela, además elaboran piñatas a base de globos. El beneficio de estar en este espacio es que los reclusos pueden vender las manualidades, hacer su capital revolvente y las ganancias son distribuidas entre ellos mismos.

También existe el taller de carpinteríametalurgia y soldadura donde crean bonitos diseños de sillas, mesas, puertas y portones. En el área de construcción fabrican bloques y losetas, producto cuyo fin es comercializarlo.

Producción

Aprenden a trabajar la tierra, en 3 manzanas cultivan yuca, pipianes, plátano y pepinos y en 3 manzanas tienen sembrados árboles frutales entre ellos guayabas, mangos y tamarindo, productos a los que se les da la debida atención y que a su vez son cosechados por los mismos reos.

Igualmente en un área de media manzana cultivan achiote, cuya producción sirve para condimentar los alimentos.

Los reclusos que participan de las labores son aquellos que tienen buen comportamiento y cuyos delitos son menores.

Otros beneficios

El Sistema Penitenciario también ofrece a las familias las facilidades de obtener en el comisariato los alimentos básicos a precios asequibles, la idea de este lugar es evitar los contratiempos a la hora de las visitas.

«Si nosotros queremos comer frutas, carne o productos avícolas, tenemos accesibilidad, evitamos que nuestros familiares no vengan cargando desde a fuera, y evitamos que se nos maleen o descompongan», manifestó el interno Willian Francisco Blanco.

Con esta iniciativa las autoridades evitan que los familiares ingresen productos adulterados al Sistema y de esta manera mantener el orden dentro de las celdas y asegurar las estabilidad de los internos.

Periodista: Amelia Calderón