La mañana de este miércoles  25 de noviembre, según información brindada por familiares del argentino, Maradona se despertó normalmente, tomó las pastillas indicadas por el equipo interdisciplinario que lo trataba y se recostó nuevamente argumentando “cansancio”.

Horas después, Diego recibió la visita de su psiquiatra y su psicólogo, entraron a la habitación y advirtieron que algo no andaba bien, desde ese momento se encendieron todas las alarmas.

Enseguida se procedió a llamar de urgencia al servicio médico y varias ambulancias acudieron a la casa ubicada en el barrio Villanueva de Tigre, además, se sumó un vecino, que incluso participó en las maniobras de reanimación.

Los médicos intentaron reanimar al eterno «10» en un aproximado de una hora, sin embargo, no hubo nada más que hacer, solamente dar a conocer el final que nadie quería escuchar ni contar, Maradona había muerto, producto de un paro respiratorio.

Las primeras en llegar al lugar fueron, su hija Gianinna y su ex esposa Claudia Villafañe, quienes viven en un barrio cercano. Tiempo después apareció Verónica Ojeda, su ex pareja y madre de su hijo menor, Dieguito Fernando.

Al notificarse la partida a un mejor plano de vida del argentino, enseguida se contó con la presencia de otros familiares directos, incluidas sus hermanas, quienes quedaron atrapadas en el  enorme desconsuelo, tras la marcha de uno de los grandes referentes en la historia del fútbol.

Periodista: Jordy Sequeira