Me cuentan que Kylian Mbappé tiene dudas, pero preguntando más llego a la conclusión de que no son dudas, sino miedo a este salto que puede cambiar su historia y la del fútbol. Sueña con estar en el Real Madrid desde niño, y no es una frase hecha o una invención periodística: en su cómic viene perfectamente explicado. ¿Cuál es el problema entonces? Las presiones.

Hace tiempo que su futuro trascendió la lógica deportiva para convertirse en un asunto de estado, de estados. Como ha venido contando MARCA, tanto Mbappé como su familia se han visto forzados a vivir rodeados de llamadas del mismísimo Macron, el jefe de su país, y desde Qatar. También de la FFF, con la que la relación anda muy debilitada.

El jugador teme por su familia, que ha recibido presiones desmedidas, y en especial por su hermano pequeño, Ethan, que persigue su ilusión de debutar con el primer equipo del PSG. Pero, aunque han escuchado a la propiedad qatarí en repetidas ocasiones, hay mayoría absoluta sobre que su destino debe ser el Real Madrid.

El club blanco no le ha podido dar más, cediendo muchísimo en su política con los derechos de imagen y dedicándole el máximo mimo. Y su gente es consciente y lo valora enormemente. Tampoco les es ajeno que haya dejado escapar al segundo crack más pretendido del mundo, Haaland, que eligió al City sabiendo que en Madrid la única prioridad era Mbappé. Y, mientras recibe el ‘sí’ definitivo de su gran deseo, le prepara una presentación histórica en la que no se descarta recurrir a otro escenario complementario al Santiago Bernabéu para que la asistencia sea de récord.

El PSG ha intentado en los últimos cinco años ser legendario, comprar la grandeza, pero algunas esencias únicamente salen de forma natural. En reconstrucción permanente, con varios volantazos, el proyecto parisino se tambalea. Por el contrario, un Real Madrid casi en transición por esperar a Mbappé ha ganado dos de las tres últimas Ligas, llegó a semifinales de la anterior Champions y va a jugar la final de esta edición después de encadenar tres milagros.

Esa es la magia que espera a Mbappé. Por la que Figo se la jugó o por la que Zidane vio pequeña a toda una Juventus. Porque el Real Madrid le necesita y su carrera necesita al Real Madrid. Porque Kylian Mbappé, como desea decir Florentino Pérez este verano, nació para jugar en el Real Madrid. Es su sueño y los sueños se cumplen.

Fuente: Diario Marca