Con una remembranza de lo ocurrido durante las últimas dos semanas en territorio Olímpico, Tokio 2020 dijo adiós a unos juegos diferentes, marcados por una pandemia que condicionó la esencia misma de la justa.

Sin fiesta en las calles de la capital nipona o fraternidad entre los atletas de las diferentes naciones dentro de la villa pero, sobre todo, sin el público que da vida a los recintos y hace vibrar sus gradas mientras los atletas realizan hazañas que empujan el límite de lo humano.

El Estadio Olímpico de Tokio dejó a un lado su faceta deportiva y alzó nuevamente la cortina de lo histriónico, para dar inicio a la ceremonia que cede la batuta a París, Francia, como nueva capital olímpica en 2024.

Imperfectos más ni imposibles, estos Juegos Olímpicos celebrados prácticamente a la fuerza a pesar de una pandemia, y que desataron escepticismo a nivel mundial y una firme oposición de los propios japoneses podrían pasar a la historia como la justa que cambió al deporte para siempre.

Estos fueron los Juegos Olímpicos en que los deportistas alzaron la voz. Fueron los Olímpicos en que la salud mental se volvió tan importante como la física. Los Olímpicos en donde las historias de perseverancia opacaron a los resultados deportivos.

Fuente: ESPN