Cada jueves son decenas y decenas de personas las que acuden al departamento de refracción del Centro Nacional Oftalmológico para examinar su salud visual. Los especialistas, a través de ferias atienden a más de 300 pacientes, quienes llegan aquejados por dolores de cabeza, visión borrosa entre otros.

Los expertos recuerdan que, a partir de los 35 años de edad, el individuo comienza a perder su capacidad de ver las letras pequeñas, lo que se llama presbicia.

La subdirectora del centro Aída Alvarado explicó que, a los pacientes además que se les brinda una atención esmerada y su diagnóstico, les entregan anteojos con las medidas para ver de cerca.

El lente tiene la importancia que te mejorará la calidad de vida. Un paciente que tiene mala visión, aunque tenga salud en el resto de su cuerpo, es un paciente que no puede realizar sus tareas en casa, no se siente insertado en la sociedad, no siente que está ayudando en la familia. Un paciente con su lente puede ayudar a sus familiares a realizar las tareas, por ejemplo, hasta para cocinar necesitamos los anteojos para ver de cerca«.

La funcionaria agregó que muchas veces sucede que los pacientes llegan al departamento de refracción por problemas de visión, pero resulta que el origen de su padecimiento no es presbicia y de ahí son remitidos a otras áreas.

Encontramos que su problema es quirúrgico, entonces nosotros realizamos todos los días, incluyendo los sábados cirugías de los ojos, que son diversas. Pueden ser por problemas de la córnea, los párpados, el cristalino, la retina. Diario nosotros en el centro realizamos 45 cirugías, eso es lo normal, pero cuando hacemos jornadas quirúrgicas, pues hacemos más de la cantidad promedio”.

A los pacientes se les realizan los exámenes de la vista con equipos modernos de alta tecnología como las unidades de optometría, los tonómetros de aire para tomar la presión del ojo y los exámenes biométricos para calcular el lente intraocular.

Periodista: Celia Méndez