Las huellas de los pasos destructores de los huracanes Eta e Iota, quedaron marcados no solo en el pensamiento de las familias afectadas, sino también en la infraestructura de sus casas, caminos y su pequeña escuela.

«Se fue la energía y después solo se escuchó la fuerza del río, esto quedó inundado a mí me sacó en sus hombros mi nieto, eso fue horrible», recordó la anciana Entima Álvarez Canales, sobreviviente de la comunidad La Piñuela.

«Yo quedé en medio de una isla en la escuela, yo estoy viva de milagro de Dios», dijo la profesora Darling Nohemí Selva Peña.

Efectivamente el poder divino del padre del cielo se ha manifestado de gran manera en estas comunidades, que desde el año pasado hasta la actualidad, siguen recibiendo el acompañamiento del gobierno central a través de la alcaldía de Santa Teresa.

«Nos sentimos contento en esta nueva escuela, que el gobierno nos construyó, mi hermanito no podía venir porque no teníamos clases, ahora estamos estudiando en mejores condiciones« dijo sonriente la estudiante Francela Cortez.

«Ahora estamos seguro, los niños pueden jugar sin ningún temor y estamos contento en nuestra nueva escuela«, resaltó la maestra Darling Selva.

Ahora estas comunidades están viendo nuevos cambios, las familias se han unidos para edificar sus nuevas viviendas.

«Esto lo que está sucediendo aquí es una gran bendición porque todos unidos trabajamos en paz y enfocados en seguir saliendo adelante», dijo el pastor de la comunidad El Quinal, Freddy Santos Umaña.

Al desarrollo de estas comunidades se han unido autoridades locales y organismo donantes como Sofonias, quienes, junto al gobierno central, le brindan el acompañamiento en la edificación de sus nuevas viviendas a las familias.

«Lo bueno de todos esto es que las familias ahora tendrán una casa nueva y todos quedaron ubicados en un mismo punto más seguro y todos se pueden apoyar ante cualquier emergencia», expresó Yamileth Fonseca, alcaldesa de Santa Teresa.

«Estamos acompañando a las familias en la construcción de sus viviendas que son de material anti sísmico, resistentes a la lluvia y a cualquier desastre porque están ubicados en una zona segura», aseguró Libio González, vicepresidente del grupo Sofonias de Nicaragua.

Ahora sus vidas han cambiado, con la fabricación de su escuela y sus nuevas viviendas.

«Yo fui afectada junto a mis cuatro hijos por los huracanes y estamos contentos porque ahora estamos en un lugar seguro y una casa nueva», expresó Ivania Jirón Cortez.

«En total estaremos construyendo 36 casas nuevas, en La Piñuela y en el sector de la comunidad de El Quinal, al igual estamos trabajando en el camino para evitar quedar aislado durante el invierno», manifestó Marcos Macanche, arquitecto del grupo Sofonias de Nicaragua.

Definitivamente que la realidad que viven estas comunidades, ahora es de esperanza y nuevas oportunidades de seguir adelante, enfocados en trabajar junto a las autoridades para seguir promoviendo más proyectos de desarrollo.

Periodista: Jonathan Rivera