Aunque Iota se desintegró, sus remanentes continuarán generando lluvias en El Salvador, Honduras y algunos departamentos del occidente así como la zona norte de la región central de Nicaragua.

El fenómeno causó gran acumulación de agua, solo en el Caribe Norte las precipitaciones se aproximaron a los 300 milímetros, ante ello el SINAPRED se mantiene vigilante por la crecida de ríos y la posibilidad de deslizamientos de tierra.

“Eso es lo que tenemos ahorita en los suelos, una saturación muy alta que anda arriba del 80% en gran parte del territorio nacional , valga decir que cada milímetro de agua representa un litro de agua por metro cuadrado, entonces estamos hablando de una cantidad muy significativa de lluvia, explicó Marcio Baca, director de Meteorología del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (INETER).

Por lo anterior, las autoridades recomiendan a la población tener mucha precaución, sobre todo las que habitan departamentos fronterizos con Honduras.

“Tenemos los ojos bien puestos sobre la zona de Nueva Segovia y Chinandega que es donde posiblemente van a ser los últimos lugares donde esa mejora del clima se va a ir sintiendo, pero recordemos que sigue cayendo agua al otro lado en Honduras, en El Salvador y por tanto tenemos que ser prudentes”, dijo Guillermo González, ministro del Sistema Nacional Para la Prevención Mitigación y Atención de Desastres (SINAPRED).

Las familias movilizadas a albergues continuarán siendo atendidas en dichos sitios hasta nuevo aviso del SINAPRED, además en los próximos días los meteorólogos esperan un descenso importante de las lluvias de cara al final del período de invierno.

En todo el territorio nicaragüense, se inició la evaluación de daños tras el paso de Iota, y en las próximas horas las autoridades correspondientes brindarán un informe preliminar de afectaciones.

Periodista: Pablo López