Arqueólogos de Lima (Perú) realizaron un asombroso descubrimiento bajo miles de kilos de desechos: una momia de 3.000 años de antigüedad de una persona que probablemente fue sacrificada.

El espécimen fue descubierto a mediados de junio por arqueólogos y estudiantes de la Universidad de San Marcos y había sido detectado gracias a su pelo y cráneo expuestos al aire.

El esqueleto con largos cabellos negros yacía boca arriba y sus extremidades inferiores estaban atadas con una cuerda tejida. Un conjunto de piedras rodeaba a la momia, enterrada un metro por debajo de la superficie de la cima.

No obstante, antes de examinar la antigua momia, tuvieron que retirar del lugar unas ocho toneladas de residuos, informa Business Insider. A continuación, también fueron descubiertos otros objetos enterrados en el yacimiento, como maíz, hojas de coca y semillas.

El arqueólogo Miguel Aguilar comentó que la momia probablemente pertenecía a la cultura manchay, un grupo de antiguos pobladores que vivieron en los alrededores de la actual Lima entre 1500 a. C. y 1000 a. C.

La posición de la momia y su ubicación en el templo en forma de U sugieren que pertenecía a esa cultura. De acuerdo con los científicos, los manchay construían templos en forma de U orientados hacia el sol naciente.

Conforme con los expertos, la cuerda que ata los extremos inferiores de la momia es un testimonio claro de una ritual de sacrificio, puesto que existe un ejemplo de una momia hallada anteriormente en otra zona de Lima, llamada El Señor de Cajamarquilla, cuyo cuerpo también estaba atado con cuerdas vegetales.

Fuente: Sputnik