A las cinco de la tarde del 10 de agosto, el pueblo católico de Managua se despidió con fervor y devoción de Santo Domingo de Guzmán, después de acompañarlo desde la iglesia que lleva su nombre hasta Las Sierritas, donde permanecerá hasta el próximo año.

La imagen de «Minguito», como cariñosamente se conoce al santo patrono de los católicos de Managua, reunió a miles de familias de todas partes, así como a centenares de promesantes que, movidos por la fe, cumplen promesas por los milagros recibidos.

Estas festividades masivas beneficiaron significativamente a los comercios locales, con buenas ventas de alimentos, bebidas y artículos diversos como sombreros, gafas, cintillos y pañoletas.

Las familias devotas de “Minguito” vivieron estas fiestas patronales con fe y amor, calificándolas como bonitas, ordenadas y seguras gracias a la presencia de efectivos de la Policía Nacional, los bomberos y la Cruz Blanca, quienes brindaron asistencia médica.

Periodista: Celia Méndez