Una pandilla demolió la prisión civil de Titanyen y la comisaría de Croix-des-Bouquets, hechos que hoy demuestran el nivel de violencia e implacabilidad de las bandas criminales en Haití.

Mientras bandas armadas han tomado el control de una porción considerable del área metropolitana de Puerto Príncipe © AP

Los delincuentes no se conformaron con reducir a ruinas en 48 horas ambos recintos, sino que también filmaron su fechoría y la hicieron circular por las redes sociales, quizás para advertirles a las fuerzas extranjeras que están por llegar a la nación caribeña a quienes se enfrentarán.

«Estos individuos se complacían en demoler estas infraestructuras hasta convertirlas en escombros utilizando una excavadora», comentó el diario digital Juno 7, que recordó que no es la primera vez que las cárceles civiles y las comisarías del país son atacadas por pandillas.

El 2 de marzo, la prisión civil de Croix-des-Bouquets y la penitenciaría nacional fueron atacadas, lo que llevó a la liberación de todos los detenidos por parte de los asaltantes armados.

A partir de este incidente, las autoridades policiales perdieron todo control sobre estas cárceles, incapaces de restablecer el orden frente al poder de estas bandas, en particular el grupo 400 Mawozo liderado por Lanmò San Jou, precisó el rotativo.

Fuente: Prensa Latina